A lo largo del desarrollo humano, especialmente en la niñez, el juego tiene una importancia fundamental en el desarrollo de nuevas habilidades y conceptos; para el psicólogo suizo Jean Piaget el juego representa una de las conquistas intelectuales más importantes en el periodo “sensorio-motor” (es decir, el periodo en que el niño pasa del nivel reflejo indiferenciado ante el “yo” y el mundo a una organización relativamente coherente de sus acciones ante el ambiente circundante). Por tal razón, no debe extrañarnos que en nuestros primeros años el aprendizaje tenga una orientación lúdica. Este concepto de juego-aprendizaje nos llevó a concebir la creación de una editorial encaminada en la publicación de jóvenes poetas centroamericanos. Durante semanas se discutió el nombre que mejor vendría a tal empresa, pareciéndonos que la propuesta más acertada era la de EquiZZero.
El juego, que también tiene especial importancia en el fortalecimiento de las relaciones sociales con otros seres humanos, nos hizo ver algo que en cierta forma sabíamos inconscientemente: la poesía, cuya función es la de comunicar a los demás lo que sólo el poeta ve; es decir, la belleza de las cosas a través de la palabra, facilita esta interrelación entre lector y escritor, cuyo resultado final es el PLACER, mismo que se consigue por medio del juego.
El “equis-cero” es un populoso juego ampliamente difundido, y así como éste juego ofrece un sin número de probabilidades, así la Editorial ofrece una serie de posibilidades a todos aquellos poetas que permanecen aún en el anonimato.
Visto desde otro ángulo, el juego del “equis-cero” bien puede simbolizar REBELDÍA. Ser rebelde es ser indócil y, en ese sentido, compartimos la idea que el arte debe ser subversivo; es decir, estar desligado de cualquier canon que la historia nos dicta. Sí, somos rebeldes y ante ésto nos declaramos CULPABLES. SOMOS EDITORIAL EQUIZZERO.
Los Editores
Sábado 18 de marzo de 2010
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