viernes, 19 de febrero de 2021

Caos, Óscar Ulises Fuentes, Editorial EquiZZero, 2021.

 



"CAOS" del poeta salvadoreño Óscar Ulises Fuentes fue el ganador X Certamen de Poesía Ipso Facto  202o en la rama de poesía, libro del que el jurado dijo: "Exponer un imaginario social descarnado y alejado de lugares comunes, aun cuando aborda temas tabú y retoma personajes históricamente marginados por la población. El autor o autora consigue equilibrar el humor y la crítica a las convenciones sociales, sin que ello signifique un detrimento en la efectividad de los textos, al contrario es en esta simbiosis en donde yace el atractivo de los poemas". Presentamos en esta ocasión una selección de su trabajo.


SELECCIÓN POÉTICA


CAOS


Hoy se cumplen dos décadas
desde la explosión
de aquella estrella distante,
y abandonada
en la esquina del bulevar,
una nave espacial en llamas
ensucia el cielo.
 
Mi ciudad se convirtió
en una jungla de concreto
llena de gusanos,
en un desperdicio de hojalatas;
por todas las calles
y las plazas
hay restos de esqueletos
por todas partes.
 
Yo respiro
el purulento paisaje de la ciudad
desde un edificio con grafitis,
que se resisten al suceder del viento.
 
Dos décadas atrás
este lugar era tan distinto 
y al amanecer acontecía
gente corriendo en las aceras,
pájaros en ramas cantando disparates,
gente yendo al trabajo manejando
sus vehículos último modelo
en las calles saturadas de señales de tránsito.
Hoy la ciudad está repleta
de seres que por la noche
se convierten en animales rápidamente feroces;
los edificios
carecen de ventanas
desde hace una década;
las iglesias con tanto tiempo desamparadas,
fueron víctima fácil
de hombres oscuros
que las condenaron al fuego.
 
El recuerdo de lo que fuimos
está guardado entre ceja y ceja.
 
Como espina en el cerebro,
llevo la tortura
que ejerció en nuestros oídos
la explosión de aquella estrella distante.
 
¿Qué voy yo a saber qué pasó?
 
¡Sé que estoy al borde
del abismo de la supervivencia!




LA PERRA


En una noche de calor
volvimos a sentir el hijillo
y el vapor de los hombres sin vida.
 
Desde fechas olvidadas,
no se nos había desairado nadie
en décadas.
 
Ya no vivíamos a la orilla de un cementerio.
Ya éramos de otra ciudad.
Vivíamos lejos, en otro continente,
lejos de las tierras gusanosas,
más cerca de recién nacidos
que de personas desahuciadas,
y se nos muere la perra.
 
Entre lágrimas y los perros callejeros del barrio,
tuvimos que idear cómo velarla
y repartimos los huesos con café.
 
Se murió nuestra amada perra,
y el vapor y el hijillo de los hombres sin vida
quedó estancando en nuestras mandíbulas
por muchos años.



CON RABIA


Dentro del pecho sangro.
Camino con el rostro desfigurado
y la mandíbula desarmada.
 
Prendí fuego al rostro
de los hombres con mi apellido.
 
Descubrí que sus garras
colgaron campanas de humo
en mis orejas, desde el primer latido.
 
Explotó en mí la rabia enraizada en las encías.
Arrojaré mis vísceras a las cunetas con sangre.



EL ENAMORADO

Voy tras ella en el sueño
y de súbito despierto
cuando el sonido
de un metal enorme,
cae sobre mi cuerpo.
 
El amor es ella desde hace meses.
 
Por su bienestar
doy de comer a las palomas
cuando me rodean en bandada
dócilmente seducidas por el viento.
 
Al cerrar mis ojos
entre droga y droga la recuerdo:
de esquina a esquina
en mi habitación imagino su silueta,
y al abrir los ojos
la alucino hasta el deseo de tocarla,
pero desaparece.
 
Mi circunstancia es el amor
abrazado a lo solitario.



ZOZOBRA

Seguro de conocer el juego
al que nos entregábamos
en aquella lluvia de noches calientes,
supe decir de las caricias
que sólo eran adornos
para nuestra brama.
 
Yo no sabía de vientos con espinas,
y ahora conozco el aguijón del diluvio.
 
Lo que palpita en mí al estrecharnos las manos,
es el pulso del mar a punto de arrojar un tsunami
que está por destruirlo todo.
 
Mi muñeca lleva un pasaporte en los labios
y yo la borrasca:
una desesperación que me desordena los tiempos.

 

Óscar Ulises fuentes



Nació en Quezaltepeque, departamento de la Libertad, el 17 de marzo de 1988. Estudiante de Educación con especialidad en Lenguaje y Literatura en la Universidad Pedagógica de El Salvador. Fue miembro del «Taller literario Altazor», de la Universidad Francisco Gavidia; pero donde encontró las herramientas que necesitaba para darle comienzo al desarrollo de su lenguaje, fue en el violento «Grupo literario Tezcatlipoca». Hoy por hoy, reside en Ciudad Delgado.

 

 

 



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