sábado, 19 de mayo de 2012

domingo, 13 de mayo de 2012

"El León Negro", Editorial EquiZZero, 2010.




Bajo el título de El León Negro, el joven poeta Gabriel Alvarado se aventura dentro del collage literario y el contrapunto para ofrecernos una narrativa que podríamos calificar como novedosa. Con un discurso cargado de enorme fuerza y agresividad el protagonista nos narra sus propias experiencias, en las que lo real  y lo fantástico  se funden al unísono para formar un tercer plano totalmente distinto e intemporal. Por tal razón, no debe extrañarnos que ciertos pasajes de El León Negro nos remitan a Los Campos Magnéticos de André Bretón. La simultaneidad del lenguaje, los saltos en el tiempo, los juegos de palabras, la violencia y la lujuria son sólo parte de lo que se nos ofrece en este breve relato que, por sus misma extensión y características, no podríamos calificar como novela, para ello, el autor introduce el concepto de novelight que sin duda responde a sus propios intereses y calamidades.


 Omar A. Chávez 


El León Negro fue la segunda publicación de Editorial EquiZZero, con él se abría la colección Suburbia, para narrativa. Presentamos unos fragmentos del libro. 




Selección de textos


Fragmento tomado del capítulo: "El cisne"



"Ahora querrás la verdad, la verdad para mí es lo más triste, tiene pelos y huesos de chacal. La primera vez que espié a una mujer desnuda Padre me descubrió; vagina de yegua, vulva bigotona. La verdad estoy enfermo, y el cisne me devora como los mandriles a los flamencos, el día embaraza a la noche y nace el sueño. Él descansó al séptimo día. Yo, a la séptima hora. Aquí termina la primera parte, quedan pendientes trescientos treinta y tres. Al final una florifundia flotando sobre el éter."


Fragmentos tomados del capítulo: "El mastodonte"

"Vestido de smoking híperfumado te prostituyes en la calle, te vendes a la noche como un par de zanahorias, lombrices o tullidos tubérculos, esquinas, policías y cuchilladas. Sólo Vincent Van Gogh conoce la noche y sus matices; cortarme un dedo y comérmelo a pedacitos; ánimas del cementerio, Mar del Néctar, Mar de la Tranquilidad, topo lunar. El vodka me chorrea las orejas. Desde lo azul risas diamantes, el ojo de Horus, las cucas en mi cama, Ibis escarlata. La cárcel sólo Alexander Solzhenitsin la entiende; los fantasmas de Mariona son gatos y bailan como duendes.

— Antes  aquí  había mucha  magia  negra, sacrificios
     animales  y  humanos, yo  era jefe  de un ala  en  el    
     sector tres de penados, en la noche pasaba un viento
     con rezos satánicos

Esto me lo dijo Morris, era traficante y asesinó a tres — dieciséis años cuadrados —, le gustaban los Beatles y Samael Aun Weor, tenía a la diosa Hécate tatuada en el brazo izquierdo, con cuernos, en bikini y con sombrero. Era un killer, era un ranflero, era mi amigo. Ahí conocí a Dios, la luz de las criaturas submarinas, las vergas de veinte y la libertad de las libélulas."


"Sobre la diabólica autopista al aeropuerto, en la década perdida del ochenta, todas las mañanas pasaba un camión recorriendo los cadáveres torturados y decapitados por los Escuadrones de la Muerte. El monumento al Cristo de la Paz era el primer peaje y la carretera a los Planes de Renderos barrancos y zacatales. Mi hermano mayor, Abel, siempre encontraba pisto y chibolas. A finales del setenta y ocho una gringa fue secuestrada, violada y asesinada, la pasaron tirando y rodó hasta la colonia — entonces sólo había unas casas —. Vestido blanco con dibujos ácidos y enormes botas hasta la rodilla, por las noches, en la polvorienta calle del pasaje, en los patios y en las gradas, taconazos retumbaban. ¡Era la Botuda!, buscando la última Cosmopolitan, queriendo fumar marihuana y comer carne. Karma de ojos verdes y cabello rubio; morir de un balazo en la nuca, sin dientes, con la boca reventada, en harapos, sin calzón, la vagina desangrada, el ano desgarrado. ¿Qué habrá pensado cuando le agarraron a patadas el estómago y las nalgas? Los brazos mallugados, los pezones cortados. País de mierda ¡Mother Fucker! Gringa botuda, llorona de exportación, espantar en una quebrada tan lejos de Michigan"





 
Poeta, artista plástico autodidacta y psicólogo  graduado de la      Universidad Tecnológica de El    Salvador (UTEC). Nace el 24 de    diciembre de 1979 en San Salvador. Hijo de Ángel Alvarado y Berta   Córdova.
 
Formó parte del Taller literario de la UTEC y fue miembro fundador del Taller  Literario Letramorfosis. Ha sido jurado de los juegos florales de poesía en Morazán en 2008; además,  tuvo a su  cargo la sección cultural de la revista RELICARTE en 2009. Actualmente es miembro del grupo de teatro    experimental Kaligary y miembro de la Asociación de Escritores Centro Americanos y del Foro Permanente de Escritores Salvadoreños.

Entre su obra tenemos: Planta Carnívora (poesía,2005), Poemas a tu Ausencia (Poesía,2006) y Ella fuma de la   especial (Cuento, 2009), todos  inéditos.

sábado, 12 de mayo de 2012

"Balada en Re menor": recital poético con el Taller Literario Serpientemplumada.




Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.
Roque Dalton



Luego de un año y medio de su última aparición pública, el Taller Literario Serpientemplumada presenta: "Balada en Re menor", recital poético para conmemorar el natalicio y muerte del poeta salvadoreño Roque Dalton. 

Lugar:  Cafe-Bar El Parcito

              Av. Florencia N° 39, Colonia Miralvalle, San Salvador.
Día:      Martes 15 de mayo
Hora:   6:30 pm


Entrada gratis

viernes, 4 de mayo de 2012

"Muñeca rota", Katheryn Rivera Mundo, Editorial EquiZZero, 2012


"...el lector que tome entre sus manos esta “Muñeca Rota” se enfrentará a unos textos libres de género y de edad, son el resultado de la experiencia, por demás contemporánea, de una poeta circunscrita en una realidad muy particular: El Salvador de un milenio que se estrena. Es este el aporte fundamental de la poesía que se escribe en nuestros días, un testimonio claro y vibrante de las preocupaciones de todos..."

"Desde el título, “Muñeca Rota” el lector puede inferir el tono del poemario, es lo suficientemente honesto para decirnos que no se trata de una exaltación ilusa ni del amor, ni de la vida, ni de nada que la rodea; mas bien, es el testimonio de una mujer que se siente traicionada por la historia y, aunque parezca extraño, hasta por ella misma..."

Aida Parraga

Katheryn Rivera Mundo, es una de las ganadoras del certamen "Ipso facto 2011" con el libro "Muñeca rota", presentamos una selección de sus poemas.

Selección poética


Serpientes con mirada al horizonte

Llegaron a robar fragancia sin importar candados.
Cada beso fue espada para el sueño,
cada caricia nube quemada en las orillas de la acera.


El corazón floreció
junto a cada botón mal pronunciado.

Tantas sirenas decapitadas
con hermosos rostros
grabados en alguna lengua desconocida.

¡Cuántos nombres colgados en el moho de una mirada!
¡cuánta infancia marchita en un suspiro!
¡cuánta peste en estas calles!




Balada a la tristeza


Yo sé los sueños
que tuvo una cucaracha
sobre mi mano.

De lumbrales que abrazaron el silencio de las calles.

Mis ojos saben de claveles
que murieron en el primer suspiro.

Sí,
mis brazos también conocieron nudos
en la espalda de la sonrisa más seria.

Y me contagió la sombra que nos deja el frío.



Lo que haré en la tumba

Tallaré mi tristeza en una sábana,
serán  paredes los silencios,
las horas se disfrazarán de moho,
allí olvidaré los besos maquillados.

Temblará la sangre
sobre hojas de cemento.

Bordaré de fuego el nácar que me espera,
allí guardaré los ojos flacos
y los labios alimentados de tortura.

No sé si volveré a ser niña,
o el perro que devora la náusea de una burla.

Cabello de agua

Mi abuela lleva los ojos medio vivos,
tiene rosas sembradas en las manos,
en ella las hormigas curan cicatrices.

Su cabello de agua ocultó las cartas en el tiempo.

Ella guardó el llanto con los brazos de su rostro,
ahí sus caricias enfrentaron los lamentos.

Mi abuela
olvidó la cantidad de barcos en el mar de sus caderas,
los rayos ahorcados con sus piernas
así aprendió a enlazar su vientre con la luna.

Ella lleva la esperanza anclada
en su corazón de sueños.

Mi abuela se olvidará de mí,
se olvidará de todo.


Recuerdos de un ángel que nos asesinó el sueño

Olvidé el escombro donde robaron la primera lágrima,
el suspiro que nos sostuvo el canto.

¿En qué valles olvidaste la mirada?
¿de quién esas uñas deshechas en la ola del tiempo?.

Sólo tu ropa marchita,
sólo tu diadema de setenta y ocho vuelos
                                             /en el esqueleto de mi memoria.

Abuela:
¿En cuál esquina del silencio se nos fue la vida?




Muchacho de cabello triste

Enséñame de nuevo
el minuto donde nace el beso.

Regresa porque hemos fallecido
y el lamento llega anticipado.

Mis manos sin tu cabello son niñas que juegan a morirse.

Regresa porque aquí
el corazón molesta cómo campanada inquieta.



Katheryn Rivera Mundo



Nace el 5 de mayo de 1989, en La Paz. Profesora en educación parvularia.

Fue promotora de los “Jueves de poesía y trova” en el  Café cultural la Rayuela 2009- junio2010, encargada cultural en el Festival de la Juventud 2009 y 2010 en Santa Tecla. Ex integrante del grupo de teatro Micos y Pericos. Actualmente es miembro del Taller literario “El Perro Muerto”.

Estudiante de Licenciatura en educación. La mayoría de su obra literaria aún permanece inédita.