domingo, 2 de septiembre de 2018

Fallo del VIII Certamen de Poesía Ipso Facto 2018



El día 30 de julio de 2018, luego de deliberar entre los finalistas del  VIII Certamen de Poesía Ipso Facto 2018, el jurado calificador acuerda:

1.      Otorgar el premio único del VIII Certamen de Poesía Ipso Facto 2018 al poemario Laura.com y otros links. Dicho poemario fue enviado bajo el seudónimo de Usuario desconocido, quien al abrir la plica resultó ser el poeta salvadoreño Julio Edgardo Zepeda Vargas, por lo cual exhortamos nuestras felicitaciones.

2.      De Laura.com y otros links se puede decir que es un poemario innovador, que maneja los recursos a su disposición de manera eficaz, no solo por el contenido sino también por la imagen como un todo único, que al mismo tiempo renueva el concepto temporoespacial del amor desde la óptica humana. Dicho de otra forma Laura.com y otros links es un poemario fresco que se empapa de los recursos tecnológicos para crear un lenguaje poco explorado pero fértil.

Por lo tanto, como Editorial EquiZZero se acuerda la publicación del libro en un lapso no mayor a nueve meses a partir del día de hoy, de los cuales un porcentaje corresponde al poeta en concepto de derechos de autor.





Error 404

                        I

                        “Si (como el griego afirma en el Crátilo)
                        el nombre es arquetipo de la cosa,
                        en las letras de la rosa está la rosa
                        y todo el Nilo en la palabra Nilo.”
                                               Jorge Luis Borges

                        ¿Hasta cuándo bajarás en tu propia voz,
cuándo brotará tu forma?
                        Joaquín Pasos


Tu nombre sabe a miel entre mis labios:
acaricio con mi lengua el cielo de mi boca
así llueves para mí:
                        te acaricio y te acaricio con la punta de mi lengua

Digo 
        Boca de fresa de Laura y su lengua
Digo
        Cuello de cisne de Laura y su caricia
Digo
        Piel tersa de Laura y mis manos
Digo
        Pechos fruta madura de Laura y mi boca
Digo
       Ombligo copa de vino de Laura y beso

Laura          Laura                 Laura             Laura      


        Digo tu nombre para no morder el aire
        Y te acaricio, te acaricio, te acaricio
     
                                   II
                        (Error 404)

Error del sistema:
                              Su solicitud no pudo completarse



Julio Edgardo Zepeda Vargas



domingo, 8 de julio de 2018

Finalistas del VIII Certamen de Poesía Ipso facto 2018


De un total de 39 obras fueron seleccionadas 5, que a criterio del jurado precalificador reúnen los criterios para ser finalistas y eventualmente ser publicados por esta editorial. 


jueves, 17 de mayo de 2018

Los imperios del silencio, Ernesto Escobar, Editorial EquiZZero, 2018.




Fue Huidobro quien dijo que la poesía tiene derecho a entrar en campos vedados, a construir su mundo con una lógica suya propia que no es la lógica habitual. Es esta afirmación la que Ernesto Escobar emplea para la construcción de su libro Los imperios del silencio, uno de los trabajos seleccionados por el jurado del VII Certamen de Poesía Ipso Facto 2017.  Y es que Los imperios del silencio es, por definición, una apoteosis que transgrede la lógica habitual, un discurso cuya efeméride tiene como punto de inflexión la miseria humana y al mismo tiempo (aunque de manera tácita) la esperanza. El lector que se tope con él, con Ernesto, comprenderá de inmediato que no se encuentra ante un escritor “del montón”, de hecho, su poesía es cautivadora y explosiva al mismo tiempo.

Sobre Los imperios del silencio se dijo: Porque la estructura del libro, aunque no es nueva, es poco habitual, realizando una exploración de lenguaje que nos puede referir a la reflexión de temas como la muerte, la soledad, el amor, la locura, la guerra, la ira, nuestras pobrezas, etc., sin perder la unidad del poemario. El texto vislumbra ser escrito por un buen lector, siendo  un texto arriesgado y ambicioso.

Omar A. Chávez




 Selección poética



El amor

I

Sábanas  limpias
                         ¡Inmaculada habitación de  mugre!

Mi sabia alborota moscas
Que en bandada huyen de la pared que se desnuda.
Estoy dentro y soy uno.
Caricia y golpe.
Embestida y abrazo.




Cosmogonía


Aciago despertar hacia al medio día. La botella estaba muerta. El miedo en tu pupila miraba —¿qué miraba? —- a mi muslo desnudo y   /tremebundo/
Colgando/
Como un niño que se cuelga de su ombligo/
Jugando a que nadie lo mira/
Entre su corazón horadado por la rabia
Mientras el amor nacía a la vida
Violenta fue sin duda la batalla
del silencio contra el grito.

Ahora que el amor me cuelga como un pendiente, ahora yo te digo:

¿Convenimos en el error de bebernos hasta el fondo, vos mi sangre
                                                                                /y yo la tuya?
Tu órgano tocaba una canción de cuna.
En tus costillas florecían, tiernas, rugosas, blandas luciérnagas rojas.
Tu oreja tocaba mi dedo, palpando los surcos de mis montículos de tierra.
Afuera las noticias caían como las lágrimas de un sol doliente.
Afuera la ciudad nos buscaba el talón para mordernos.
Sin embargo…
         Concatenados nuestros cuerpos ¿Qué es el dulce veneno
sino la savia de la sangre que nos reclama, de la angustia que nos
                                                                                      /abandona?
¿Tu piel, dormida acaso, no sueña con ser aire o reconstruir sus filamentos para tornarse seda?
Me hiere tu aspereza como el gusano de las espinas.
Y me pregunto:
¿Qué hay entre nosotros sino este musgo blanco y blando que nos tuerce la voz hasta hacer gritar más allá de mi silencio a mi
                                                          /voz de precoz niño?
Mi deseo es más luz que sombra
Mi ardiente deseo es más luz que sombra
             El resto, es la oscuridad del día. Su luz negra.



La tregua

                                     
Tras la muerte el amor pervive
¿Entonces para qué la vida?
Ahogarse en los pantanos de la duda
Como una mosca que de la vida vive
                                              
¿Para qué la huida?
Si de donde nadie huye es de su tumba
Amor ¿para qué el dolor?
Si en tu pecho se ahoga la angustia, vieja flor
¿Para qué la ciudad, la patria, la nacionalidad
Si nuestros huesos blancos son apátridas?

La muerte nos escucha en silencio. Su ermita de huesos –húmeda y  
                                         /con olor a tuétano fresco- nos cobija.
Una vela nos alumbra,
Un silencio nos acoge
El amor ha muerto –nos dice la efigie
Yo maté el amor a la tierra
A la sangre
A la piel
Y
A la vida
Mis huestes barrieron con bayoneta
-peine fino-
Montañas y ciudades
Maté a galantes y descalzos
Y
Al fin
Encontré al amor en una mirada
Naturalmente le destrocé los ojos

Ahora
Viejo y seco como un cauce de río sin agua
Solo habitado de piedras
Sin pez y sin vida
Me recuerda apenas una calle con mi nombre
Un odio común me mantiene en un respiro
Soy el odio

La efigie gimotea sin poder llorar.
La noche entra rauda como un perro y le muerde la nostalgia…




Un hombre solitario (Fragmento)


Estoy despierto ¿lo estoy acaso? La luz –cercenada por el recuadro de la ventana- ahuyenta las sombras. Para las sombras la luz es oscuridad. Sombras que corren a esconderse bajo la cama (como pequeños neófitos de la infancia), corren a esconderse a cualquier lado, en cualquier sitio que las cobije. La habitación soleada es un mal sitio para mis sombras.

Despierto, acaso, sin saberlo. La urbe se avergüenza  de su noche. Tropas diseminadas en cada avenida la limpian, maquillan sus asperezas, retiran su piel muerta. La caballería de médicos forenses levanta sumarios improvisados. Largas listas de nombres sin cuerpos. Frigoríficos rellenos de despojos. Pesos muertos, censados, pesada su soledad, la soledad de sus vértebras. A los vivos, a los que acaso despertamos, siempre nos esperan.

Dos hombres esperan por mí, dos hombres que saben mi nombre, mi dirección. El primero es un buen hombre que con su égida de recibos se escuda de la posibilidad de echarme una mano. Prohibido tender la mano al que le cortas la esperanza, repite frente a mi puerta, lo repite una y otra vez. Un buen hombre que se avergüenza de sus primeros años, de su pasado de niño prosaico y algebroso de sus juegos de números y ábacos. Se avergüenza de su pasión numérica. De su trabajo de desahucios….



Canción de cuna


La muerte antes de todo,
Todo antes que nada
Nada lo es todo
Todo es la muerte.

Ni sombra sin reflejo
Ni hueso ni carne
Ni mujer ni hombre
Ni paz ni dolor.

La muerte es su nombre
Era antes de la vida
y después de ella será
ya que todo se olvida
procura no olvidar
que si la vida te trajo al mundo
la muerte te llevará.

No sufras por lo secreto
Ni intentes develar
Lo que detrás de su velo yace
Un día conocerás
No participarás a nadie
La misericordia de mirar
Una sola vez a la muerte
Ninguna otra vez lo harás.

Espera paciente en vida
Todo tren termina por llegar
Mientras tanto bebe y canta
Desde la cuna
Hasta la cama de hospital
No maldigas a tu suerte
Que a nadie suele gustar
Un niño grande y enfermo
Que sólo puede llorar
La muerte todo lo cura
Y siempre acaba por llegar
A nadie atrae su nombre
Y muchos te van a odiar
Por llamarla madre y futuro
El cadalso te ofrecerán.
Bien sabes que en la luz
Mucha oscuridad hay
Solo quien sabe verla
La muerte comprenderá
Ahora duérmete niño
Duérmete ya
Que vendrá la muerte y te llevará
Nada sucede a deshora
Todo a su hora ha de llegar.



Ernesto Escobar

Sonsonate, en 1990. Estudia licenciatura en periodismo en la Universidad de El Salvador. Su producción narrativa se encuentra completamente inédita y comprende: F(r)icciones (relatos), El infierno y otros relatos (relatos), Conjeturas en torno a la intuición de la locura (Poesía), A mi abulia, con cariño (Poesía). Además fue miembro del círculo literario Letras Libres y miembro fundador del círculo literario Cuervo Cínico.







lunes, 23 de abril de 2018

Bases de VIII Certamen de Poesía Ipso Facto 2018







VIII Certamen de Poesía Ipso facto 2018

Bases

Podrán participar todas aquellas personas cuyas edades oscilen entre 18 y 39 años, que hayan nacido y residan actualmente en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica y no hayan ganado este certamen con anterioridad.

Los trabajos deben ser inéditos  y no estar participando en otro certamen literario;  escritos en español; formato office Word (NO PDF), tamaño carta, letra Times New Roman base 12 e interlineado de 1.5. La extensión de los trabajos no debe de ser menor de 35 páginas ni mayor de 70 y debe incluir un SOlo  poema por página. La temática es libre. El género es poesía.

Los interesados deberán enviar dos archivos en formato office word (no pdf) al correo: editorialequizzero@hotmail.com, uno de estos archivos se nombrará con el título de la obra y seudónimo. En un segundo archivo, que se nombrará DATOS    PERSONALES, se debe adjuntar la siguiente información:  lugar y fecha de  nacimiento, dirección, teléfono y correo electrónico y copia de documento de identidad (foto o       escáner). Los participantes que no cumplan con estos criterios serán automáticamente    eliminados.

La obra seleccionada será publicada por Editorial EquiZZero en un lapso no  mayor  de 9 meses a partir del fallo del jurado. El tiraje total será de 300 ejemplares de los cuales el 20% corresponde al ganador.

La recepción de obras inicia a partir de la publicación de las siguientes bases y finaliza el   viernes  22 de junio de 2018 a las 18 horas. El viernes 6 de julio se dará a conocer una lista de 10 finalistas sobre los cuales se deliberará el nombre del    ganador.

El fallo será inapelable y se dará  a conocer la noche del 1 de septiembre de 2018 a través de: equizzero.blogspot.com y facebook.com/EquiZZero. El certamen no podrá  declararse desierto, sin embargo, si a criterio del jurado ningún trabajo cumple con la calidad que amerita se nombrara uno o más accésits, los cuales también serán publicados por esta     editorial.

























domingo, 4 de marzo de 2018

Alturas de Wall Street, Editorial EquiZZero, 2018.




Matheus Kar forma parte de esa nueva generación de poetas guatemaltecos de posguerra, es decir, aquellos nacidos a partir de los noventa, quizás una de las generaciones más prolíficas y, a su vez, más inconformes con su quehacer poético, una generación de jóvenes que se abre paso a posibilidades y formas que solo la literatura puede entender y otorgar con tanta plasticidad, pero que al mismo tiempo plantea un nuevo reto: la renovación, y si existe una palabra que defina a Alturas de Wall Street, libro seleccionado en el VII Certamen de Poesía Ipso Facto 2017, es eso: la renovación, pero Alturas de Wall Strert también va más allá, porque la tesis Matheus Kar no solo es la transformación del lenguaje a partir de la cotidianidad, sino la  escudriñar la naturaleza humana desde sus propias raíces y mostrarla al mundo, más que como una mercancía de consumo, como un producto imperecedero que existe, sufre y ama.

Sobre Alturas de Wall Street  el jurado dijo al respecto: “Por su sentimiento claro en relación con el tema que trata y su solvente versificación. Porque explora con éxito, manteniendo la unidad del poemario, la naturaleza del sistema y el capital a través de imágenes del paisaje urbano y nuestras costumbres alienadas y víctimas del sistema, concluyendo en el rechazo a todo esto”.

Hoy como Editorial EquiZZero nos sentimos orgullos de presentar un nuevo libro, un nuevo integrante de nuestra familia, hace diez años nacíamos con el propósito de promover la literatura escrita por jóvenes centroamericanos, y ahora con Alturas de Wall Street reafirmamos ese propósito.


Omar A. Chávez
Editor de  EquiZZEro




Selección poética





I



de calle a calle
respirando la incontenible soledad del tráfico
con la mano al volante
la retórica de las ofertas del supermercado
y la telarañas de señales de tránsito
en las uñas del crepúsculo
iluminan los bulevares donde los sueños se incineran

días de águilas negras y calendarios percudidos
más fugaces que una epidemia
alzan sus alas con el mundo entre su pico
y cuando el sol ya no es sol sino ceguera
y el vientre se aferra a las nubes de cigarro
el día desde un edificio se lanza al suelo

y su caída envuelta en el resplandor de las fotos
como una guinda que parte el viento
una baraja repartida sobre el fuego extendido
de los bastos y los oros
en las sotas y los reyes
cayendo sobre el nopal metálico de su propio espejo
desgajándose
impactando
como un panal vidrioso en las aspas de concreto




IV


sube conmigo cazador de productos en oferta
morderás el anzuelo del oro verde
el amargo fruto de los hombres sin corona
acerca tu rostro entre las rejas
y ve el abrasador baile de la libertad condicionada

ven entre las garras de la carne y los pétalos de las cruces en los ojos
entre la resurrección y el cadáver del deseo
donde el corazón no es alas ni estambre
y es tan frágil como endeble
donde las raíces de los árboles suben
por las acaloradas sombras dinamitadas de las hormonas
y mueven las atracciones como pequeños burdeles
en la tormenta de fotogramas repetidos

ven al justo momento
donde la tierra extiende su mano
para atrapar el semen del relámpago y el cielo
y su semilla se abre
como la puerta de un auto frente a unos tacones con nylon
o como una bombilla
que se enciende repentinamente en las profundidades de la noche
no toques los alambres erizados del tiempo
muévete de reflejo en reflejo hasta ser solo marea invisible
entre los escombros de madrid ámsterdam y roma
donde hay una galería de voces que no pertenece a ningún tiempo
donde cézanne breton y el fantasma de parís recorren europa

sumerjamos nuestra cubeta silenciosa en el cadáver del orden vivo
sin polea sin fuerzas
—     ¡no importa!
pero ascendamos de las grietas como un horizonte invertebrado
que camina ciego
en una catedral de sombras envuelta en misterio
donde el verano la primavera el invierno y el otoño
son hermanos de un presente dormido

ven a caer a un río de latas vacías escupidas por los coches
a un mar de tacones y ninfas con nylon de un orden invisible
a los pensamientos de la sombra
y a las esculturales curvas del peligro
no ¡no hay salida!
todo es caer en un ascenso divino
en las piernas que rodean las curvas de los tubos aceitados




VIII


desprendámonos de las alturas vacías y de vacío en vacío
conquistemos las praderas derramadas
en la estatua frutal de nuestro rostro antes del tiempo
de las voces muertas y civilizaciones momificadas

saquemos de la virgen grieta
la antorcha encendida del camino que ignoramos

la lengua entumecida saltará del diván al mundo
y de dolor en dolor imán de imanes
la noche envolverá al igual que un collar de perlas
la trémula voz de nuestro dolor fermentado

y bajo el brindis roto de la noche
la catarata de estrellas de tv
abrirá su carne sin linaje sin pueblo sin lengua sin nación
y será como un libro escrito por dentro y por fuera
tendrá dos sombras y no estará ni cerrado ni abierto
y donde los goces desglosados no serán sino lagrimas
y  todo aliento no será una palmada en el hombro
sino una paloma que se precipita desde las alturas
a enterrar el pico en la tierra


todos los días son este día
todas las sombras esta sombra
todas las penas esta pena
son los miles de ojos
las miles de lenguas
las miles de voces
los miles de huracanes
quienes nos nombran diferente




diario


la juventud me cincela
no sé en qué orilla en qué naufragio
pero en toda mi consciencia

la insólita página de 1920
apareció en la playa
escondida entre juguetes
juguetes inocentes que toman forma en la mano de los niños:

1)    deseos de reír por instinto
2)    uno o dos charcos donde me volví caballero
     se están derritiendo

reloj            contabilidad de culpas y castigos
silencioso orada hiere y desgasta la mirada
el día se da cuerda
si la rutina lo permite
la vida se lubrica en los engranajes del cuerpo




dublín 1965


el terremoto industrial rajó las presas
despertó a los ríos de su extraño sueño

a la ciudad se le cayeron los tornillos
el mar fue una turba donde la playa naufragó

un vikingo pálido luminoso hace señales
—     esperamos a beckett
lo han visto en the pavillon
dos niños que jugaban con el viento

¿qué utilidad tendrán los hijos? pregunta poldito bloom
Consulta de diez caballos de fuerza
redimir los pecados del padre

sísifo cuesta arriba empujando una carreta de naranjas
y una color naranja se cae
roda a media calle
otra se tropieza
los pocos árboles laten una mañana que no volverá
pero es igual a otra a la misma hora
una calle y otra unen apenas uno o dos días reflexivos
y la luna emerge con la noche entre los dientes

dublín se quita el sombrero
el director dice ¡basta! que cambien la cinta
y rueden otra escena
dublín se dilata
su arquitectura permanece en reposo

el chico del macintosh
(el viejo fantasma de la poesía)
pasa entre macken street y el samuel beckett bridge





MATHEUS KAR, Guatemala, 1994. Fundador y miembro único del Colectivo Bartleby. Entre los reconocimientos destacan el II Certamen Nacional de Narrativa y Poesía "Canto de Golondrinas" 2015, el Premio Luis Cardoza y Aragón (2016), organizado en Antigua Guatemala, el Premio Editorial Universitaria "Manuel José Arce" (2016), el Premio Nacional de Poesía “Luz Méndez de la Vega” y Accésit del Premio Ipso Facto 2017. Su trabajo se dispersa en  antologías, revistas, fanzines y blogs de todo el radio. Ha publicado Asubhã (poesía; Editorial Universitaria, 2016