lunes, 9 de julio de 2012

"Un sitio sin lugar", Roger Guzmán, Editorial EquiZZero, 2010.




El amor total de un poema total


Todos, alguna vez, escribimos una carta o un poema de amor. En él queríamos decir todo lo que amábamos a esa persona, hacer que ella experimentara todo lo que nosotros sentíamos por ella. Y el reto de quien escribe esa carta o poema siempre es ese: decir todo su amor, decirlo de manera total.

Un sitio sin lugar (Equizzero, 2010), de Roger Guzmán, es un poema de amor. Un poema en el que Guzmán se lanza a ese reto de decirlo todo y nos desafía a sentir el amor con una intensidad que no conocíamos hasta ahora: la intensidad del universo que él crea en su poema.

Guzmán cuenta su historia a través de imágenes vertiginosas, con las que nos muestra los diversos momentos y rostros del amor. No es un poema que idealiza a la amada y a la dicha que ha conocido con ella, sino que es el amor visto con totalidad. Hay ternura y violencia, éxtasis y desesperación, sublimidad y puro instinto, el amanecer en compañía de quien tanto hemos querido y lo profundo y enterrado de una noche en la que pareciera que ella nunca va a regresar.

Hay un canto a una amada (como en un buen poema de amor), pero Guzmán también nos muestra la celebración que el amante hace de sí mismo, la celebración de su propia alegría por vivir el amor; de su cuerpo, su espíritu y del mundo que encuentra a cada paso, todos transformados y vibrantes por ese amor que le está sucediendo.

A veces es extraño leer las cartas y los poemas de amor de otros, porque uno encuentra maneras de vivir y expresar el amor que nunca había creído posibles. Un sitio sin lugar tiene muchas de esas ventanas que no habíamos imaginado.

Alguna vez hemos amado tanto que quisiéramos no sólo amar ni decir nuestro amor, sino gritarlo a toda la existencia. Eso sucede en este poema.

“Un sitio sin lugar”: una buena definición del amor.

Mario Zetino

Fuente: 


"Un sitio sin lugar" de Roger Guzmán Rodríguez es un extenso canto de amor publicado en 2010. En  palabras del autor: "...ha quedado clara la influencia de Huidobro en Un sitio sin lugar"

Presentamos en esta ocasión el poema en su totalidad.





Un sitio sin lugar



Hay un sitio en mi cuerpo que no se olvida de tu nombre 
  Hay un sitio sin lugar
Hay  por ejemplo  mis oídos que escuchan la palabra que
         te nombra y me vuelven liviano desde los pulmones
¿Pero quién no tiene tu nombre y puede ser la antítesis de
         tu nombre?
Hay también mis ojos que aunque otras personas tengan
         tu nombre sólo te reconocen a vos
A vos entera  a vos que de vos te expandís hasta mi piel 
         que también es un sitio que te reconoce
Mi piel no reconoce tu nombre  pero sabe el nombre de tu tacto
Sabe lo innombrable de vos  sabe nombrarte en un temblor
         sabe nombrarte sin nombrarte
      

Hay un sitio en mi cuerpo que se descompone
Que se descompone con el rocío del cielo enrojecido por
         el final de la noche
Donde quedo yo y la sonrisa combinada de nuestras bocas
Queda el silencio que nombraste al final de nuestros besos
Quedan nuestras caricias de niño  queda mi amor anciano
Queda el silencio  el silencio  queda el silencio
La amargura en la risa  el río en los ojos
Queda el silencio y su eco desbordado
Queda el silencio  el silencio  queda
Una constelación de pálpitos
De gritos humanos y silencios de animal
Queda el silencio


Sin vos mis manos están incompletas  mi cuerpo está incompleto
Soy como un vacío de algo o quizá medio vacío y con
       vos somos un vacío entero
Y sólo cuando estamos solos no me siento solo


Soy un lugar que tiene un sitio sin lugar

Jirones de aurora fueron nuestras sombras bajo la noche
Mis manos  las tuyas y cada átomo nuestro dispuesto a acariciar
Cada flor caída de tu boca  cada hilo de viento sujeto a tu cabello
Sujeto a mis dedos por los que mis ojos te ven mejor


Jirones de aurora fueron nuestros cuerpos bajo la noche
Cada sonido salido de tus labios entreabiertos
Vuelve enloquecidas todas las cosas  vuelve de ternura todo color
Jirones de ternura entre todas las caricias echadas a perder
Jirones de caricias
Jirones desnudos
Jirones perdidos entre tus manos


Y anduvimos  nosotros los inválidos  anduvimos
Nosotros que tenemos necesidad de los pies
Nosotros que andamos con las piernas  que andamos con
         las rodillas  anduvimos
Con los pies en la boca  con los tobillos en la garganta
Con las costillas en las piernas y la antepierna en los brazos
         y el antebrazo
Anduvimos con nuestras células por el alma  con nuestros
         átomos entre el cielo
Nos anduvimos


Jirones de aurora fueron nuestros gritos dentro del pecho
Que de dos en dos golpeaban nuestra piel
Y destruían nuestra nada y enlazaban nuestras venas
A golpes de cañón con doble carga cuyos pálpitos talaban
         la oscuridad


Hay también mis labios  Hay mis labios que no te dejan de recordar
Hay un sitio en mí que vive
Que vive porque constantemente te recuerda
Que vive a pesar de la muerte que lo vive todo
Que realmente no sé si vive o muere o lo que esto sea
Que quizás es seguro que vive porque es innombrable
Que quizás es seguro que muere porque es innombrable
Que quizás la muerte es parte de la vida o al revés


Hay un sitio en mí que florece de lágrimas
De lágrimas de un niño muerto de la risa
De cascadas de llanto que se elevan entre las noches
De rostros sucios de niños perdidos
De rostros vacíos de hombres sucios
De suciedad de barrios sobre las hojas de los árboles
De tu cuerpo de labios  de tu boca de manos


Hay un sitio en mis ojos que puedo ver al cerrarlos
Un sitio de extravíos
De oscuridad entera para alumbrarme en los rincones
Donde acostumbran tus labios a acostumbrarme a tus dientes
Donde acostumbran las noches a temblar de calor
Las noches que se encienden con fuego ajeno
Con fuego de cuna en el cielo
Con fuego de espejo en el viento
Con fuego de risa en las hojas
Con fuego de noches sin miedo
La noche repleta de horizontes
La semilla de la noche
Y su adiós diurno repleto de oscuridad
En el círculo de las palabras
De los ciegos que hablan en cada parpadeo
Acerca de las tinieblas esparcidas por el sol
Y de una mañana que agita al silencio
Y dice su café negro y reflexiona sobre la dulzura
Y pinta su cielo de color de labio recién besado
Porque las mañanas tienen memoria y odio a las memorias
Y odian olvidar el sabor de los colores


Hay un sitio ocurrido en el silencio
Ocurrido en los ríos de lágrimas y nudos
Bajo las hojas del sol que lo escriben todo
En el nudo de la garganta del ahorcado
El flujo de sangre del fusilado
El mapa de las lágrimas en las heridas


Hay un sitio en mis manos  en mis propias manos
Que llora a los segundos caídos por minuto
Que llora primero y llora después
Mudo de mucho hablar su dolor
Mudo de tanto parpadeo


Hay un sitio en mi garganta anudado a las palabras
De un lenguaje que casi olvido
Que ya sólo es un suspiro o un grito o un eco
Un sitio de sangre derramada
De sangre concentrada
De toda la sangre que grita
De toda la sangre que calla
Un sitio en mí fuera de mí
En mis propias manos dispuestas a acariciar
Dispuestas a asesinar
Para buscarte en el cielo y detrás del cielo
En el horizonte y su reflejo del mar
En el mar
Y la montaña
Y entre todas las ratas que mastican a la oscuridad
Para arrancarte la ropa
Y dejarme golpear por tu pecho
Quemarme quemarme de tu saliva
Quemarme quemarme quemarme de tus piernas
Quemarme desesperado por tus mejillas
Quemarme del fuego que apaga mi sed
Quemarme desnudo  completamente desnudo
Nadar en tu desnudez y ahogarme
Decir tantos verbos hasta que se fundan en uno sólo
Ahogarme de palabras
Ahogarme de tu aliento
Quemarme
Y congelarnos y repetirnos en el tiempo
Que el tiempo no vuelva a transcurrir
Que transcurra nuestro espacio
Y gritar desesperado de felicidad
Desesperado de estar desesperado
Gritar desesperado
Desesperado
Impaciente de vos
Gritar gritar por no saber que más gritar
Gritar sólo gritar
Perder el habla gritando
Gritar que he perdido mi lengua detrás de tu boca
Gritar que he perdido mi alma detrás de tu pecho
Y más y más gritar
Gritar el aire con sus pájaros
Gritar la tierra con sus flores
Gritar los árboles con sus hojas
Gritar las hojas con sus poemas
Gritar los poemas con sus nidos
Gritar los nidos
Gritar poesía y ríos
Gritar poetas y peces
Gritar gritar
Gritar un grito y cada grito
Gritar el cielo y sus estrellas
Gritar horizonte
Gritarte amor
Amor
Volver a gritar amor
Gritar cuanto sea necesario
Y no volver a gritar paredes ni cadenas
Gritar ventanas y puertas
Gritar al hombre y su amor
Gritar a la mujer y su amor
Gritar otra vez amor
Y gritar al hombre sin su odio
Gritarnos
Multiplicar nuestro grito
Hasta que el mundo grite a nuestro modo
Hasta que el universo grite
Y nos muestre su lengua de galaxias
Dispuesta a otros universos


Hay un sitio en mí que florece de caricias
Un sitio que sólo puede saber tu nombre sin saberlo decir
Que sólo dice tu nombre cuando se estremece pero no lo
         dice en verdad
Porque tu verdadero nombre sólo se puede sentir
Sólo se puede sentir al mirar el cielo de la mañana
         acompañado de un suspiro
Se puede sentir cuando mi cuerpo lo busca en la inquietud
         de los sueños
Es un sitio que lo habita todo
Un sitio en mi lengua
Un sitio que está en todas partes
Porque no hay un lugar en mí que no quiera sentirte
Y no hay un sólo lugar que no quiera ser parte tuyo


Dicen que eras un espíritu sobre las aguas primigenias
Que fuiste expulsada del cielo por tu omnipresencia
fuiste expulsada del infierno
Y te quedaste entre nosotros que sólo sabemos sentir
(Porque repito no te puedo nombrar y mi cuerpo tampoco
Y todo me hace sentirte en todo lugar)
Te quedaste con nosotros  Conmigo
Te quedaste y no te importó mi pequeñez
Te quedaste


Para mí todo tenía nombre
Para mí yo te percibía por mis cinco sentidos
Pero yo no te percibo
Percibo a través tuyo
No te percibo
Te siento
No te percibo
Soy parte tuya


Hay un sitio en mi cuerpo con dos corazones
Un sitio que digo es un sitio porque no sé qué es
Podría decir que es un alguien podría decir que sos vos
Podría llamarte por mi nombre y no dejar de llamarte
Podría quedarme callado
Podría no respirar
Y sentirte


Hay un sitio en mi cuerpo que está en todo mi cuerpo
Hay un motor de alas que acaricia mi garganta
Un motor de fuego que me golpea la sangre
Un río  un mar de viento que cae por mis pulmones
Y un rumor de flores que sale de tus labios


Me vuelvo un jardín de labios en tus labios
Me pierdo
Hasta encontrarme con la luz entre las curvas de tu cuello
En los temblores de tu pecho cubierto de mi locura.
Mi locura que no tiene nombre
Que es un sitio que no es un sitio porque es un alguien
Un alguien que es un sitio en alguna parte de mi cuerpo
Un sitio que estremece a mi cuerpo en tus labios
Que me acelera la sangre cuando penetrás por mis ojos
Y me expande desde el pecho para abrazarlo todo
Y respirarlo todo
Y quiero cortarme el corazón
Y leértelo con sus mil y un pedazos
Contártelo desnudo
Reírtelo a carcajadas
Decirte que mis ojos no son mis ojos sin mi corazón
Que mis lágrimas no tienen sentido ni claridad
Y quiero entregártelo parte por parte
Entregártelo con todas sus lágrimas entregártelo


Con todos sus gritos entregártelo
Con todos sus golpes
Besarte golpe a golpe
Entregarte el relámpago de mis poros extendidos
Caer por tu boca hasta la puerta de tus dedos
Hasta que se rompa la estructura de mis huesos
Que se rompa la estructura de mi cráneo
Y se extienda el huracán de nuestros sueños
Para dejarme salir
Y arrancarme el corazón con los ojos
A dos cuerpos de fuerza arrancármelo
Y decirte con las manos cada sílaba de mi pecho
Comerte pecho a pecho
Tragarte cuerpo a cuerpo
Arrancarme el corazón a puro golpe de latidos


Hay un sitio en mi cuerpo que está en el cielo
Un sitio con ojos de estrella gastada por el viento
De estrella del norte golpeada por la niebla
De estrella perdida entre la arena del desierto


Hay un sitio que no tiene lugar porque no puede quedarse
         en un lugar
Un sitio perseguido
Enrojecido de clavos y madera
De metales adictos a la sangre
De gusanos adictos a la sangre
De tierra agua fuego y aire adictos a la sangre
De carne adicta.
Hay un sitio en mí que me entristece
Que me llena de recuerdos que no son míos
Que me llena de mis recuerdos
De rabia
De la rabia por la que te amo
Porque te amo con rabia y todo
Te amo  amor  Y amor
No puedo pensar que no existís si estás en mí
Un sitio con lenguaje de nube
Un sitio con rabia de tormenta
Un sitio como un beso bajo la llovizna


Quiero sentir tu sangre en mi boca
Nombrarte con tus sílabas indecibles
Sentir tu pecho hambriento que me devora los labios
Hasta quedarme dormido en tu ombligo


A pesar de todo quiero suspirarte con la velocidad del hacha
         en mi cuello
Quiero deslizarme en forma de niebla sobre las máquinas
         voladoras
Quiero abrirme y acariciar a cada bala que corta
         nuestro aire
Te quiero
Y amo todo porque te amo


Hay un sitio en mi cuerpo bajo tus pies
En la tierra y el polvo que acarician tus pasos
Un sitio de estrellas
Que se eleva atrás tuyo cuando caminás
De ojos y manos y labios
De mi cuerpo que nunca está conmigo
Porque tiene un sitio sin lugar




Roger Guzmán 


Nace el 21 de julio de 1981 en San Salvador. Estudió Licenciatura en     Matemáticas en la Universidad de El Salvador. Fue parte del taller de la Casa del Escritor dirigido por el escritor Rafael Menjívar Ochoa. Ha participado en dos ocasiones en el  Festival Internacional de Poesía  organizado por la Fundación   Poetas de El Salvador.

Algunos de sus poemas han sido publicados en la     Revista Cultura de la Dirección de Publicaciones e Impresesos (DPI), en el Suplemento Tres Mil de Diario Colatino ); además, ha sido incluido en las antologías "Una Madrugada Del Siglo XXI" a cargo del poeta salvadoreño Vladimir Amaya y "4M3R1C4 Novísima Poesía Latinoamericana" a cargo del poeta chileno Héctor Hernández    Montesinos.

La mayoría de su trabajo permanece inédito  hasta la fecha, entre su obra tenemos:"Óxido, pena y verdugo" .

1 comentario:

  1. ··Me vuelvo un jardín de labios en tus labios··__¡agradable perdición!.

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