Matheus Kar forma parte de esa nueva generación
de poetas guatemaltecos de posguerra, es decir, aquellos nacidos a partir de
los noventa, quizás una de las generaciones más prolíficas y, a su vez, más
inconformes con su quehacer poético, una generación de jóvenes que se abre paso
a posibilidades y formas que solo la literatura puede entender y otorgar con
tanta plasticidad, pero que al mismo tiempo plantea un nuevo reto: la
renovación, y si existe una palabra que defina a Alturas de Wall Street, libro
seleccionado en el VII Certamen de
Poesía Ipso Facto 2017, es eso: la renovación, pero Alturas de Wall Strert
también va más allá, porque la tesis Matheus Kar no solo es la transformación
del lenguaje a partir de la cotidianidad, sino la escudriñar la naturaleza humana desde sus
propias raíces y mostrarla al mundo, más que como una mercancía de consumo,
como un producto imperecedero que existe, sufre y ama.
Sobre Alturas de Wall Street el jurado dijo al respecto: “Por su sentimiento claro en relación con
el tema que trata y su solvente versificación. Porque explora con éxito,
manteniendo la unidad del poemario, la naturaleza del sistema y el capital a
través de imágenes del paisaje urbano y nuestras costumbres alienadas y
víctimas del sistema, concluyendo en el rechazo a todo esto”.
Hoy como Editorial EquiZZero nos sentimos
orgullos de presentar un nuevo libro, un nuevo integrante de nuestra familia,
hace diez años nacíamos con el propósito de promover la literatura escrita por
jóvenes centroamericanos, y ahora con Alturas de Wall Street reafirmamos
ese propósito.
Omar A. Chávez
Editor de EquiZZEro
Selección poética
I
de calle a calle
respirando la
incontenible soledad del tráfico
con la mano al volante
la retórica de las
ofertas del supermercado
y la telarañas de
señales de tránsito
en las uñas del
crepúsculo
iluminan los bulevares
donde los sueños se incineran
días de águilas negras
y calendarios percudidos
más fugaces que una
epidemia
alzan sus alas con el
mundo entre su pico
y cuando el sol ya no
es sol sino ceguera
y el vientre se aferra
a las nubes de cigarro
el día desde un
edificio se lanza al suelo
y su caída envuelta en
el resplandor de las fotos
como una guinda que
parte el viento
una baraja repartida
sobre el fuego extendido
de los bastos y los
oros
en las sotas y los
reyes
cayendo sobre el nopal
metálico de su propio espejo
desgajándose
impactando
como un panal vidrioso
en las aspas de concreto
IV
sube conmigo cazador
de productos en oferta
morderás el anzuelo
del oro verde
el amargo fruto de los
hombres sin corona
acerca tu rostro entre
las rejas
y ve el abrasador
baile de la libertad condicionada
ven entre las garras
de la carne y los pétalos de las cruces en los ojos
entre la resurrección
y el cadáver del deseo
donde el corazón no es
alas ni estambre
y es tan frágil como
endeble
donde las raíces de
los árboles suben
por las acaloradas
sombras dinamitadas de las hormonas
y mueven las
atracciones como pequeños burdeles
en la tormenta de
fotogramas repetidos
ven al justo momento
donde la tierra
extiende su mano
para atrapar el semen
del relámpago y el cielo
y su semilla se abre
como la puerta de un
auto frente a unos tacones con nylon
o como una bombilla
que se enciende
repentinamente en las profundidades de la noche
no toques los alambres
erizados del tiempo
muévete de reflejo en
reflejo hasta ser solo marea invisible
entre los escombros de
madrid ámsterdam y roma
donde hay una galería
de voces que no pertenece a ningún tiempo
donde cézanne breton y
el fantasma de parís recorren europa
sumerjamos nuestra
cubeta silenciosa en el cadáver del orden vivo
sin polea sin fuerzas
— ¡no importa!
pero ascendamos de las
grietas como un horizonte invertebrado
que camina ciego
en una catedral de
sombras envuelta en misterio
donde el verano la
primavera el invierno y el otoño
son hermanos de un
presente dormido
ven a caer a un río de
latas vacías escupidas por los coches
a un mar de tacones y
ninfas con nylon de un orden invisible
a los pensamientos de
la sombra
y a las esculturales
curvas del peligro
no ¡no hay salida!
todo es caer en un
ascenso divino
en las piernas que
rodean las curvas de los tubos aceitados
VIII
desprendámonos de las
alturas vacías y de vacío en vacío
conquistemos las
praderas derramadas
en la estatua frutal
de nuestro rostro antes del tiempo
de las voces muertas y
civilizaciones momificadas
saquemos de la virgen
grieta
la antorcha encendida
del camino que ignoramos
la lengua entumecida
saltará del diván al mundo
y de dolor en dolor
imán de imanes
la noche envolverá al
igual que un collar de perlas
la trémula voz de
nuestro dolor fermentado
y bajo el brindis roto
de la noche
la catarata de
estrellas de tv
abrirá su carne sin
linaje sin pueblo sin lengua sin nación
y será como un libro
escrito por dentro y por fuera
tendrá dos sombras y
no estará ni cerrado ni abierto
y donde los goces
desglosados no serán sino lagrimas
y todo aliento no será una palmada en el hombro
sino una paloma que se
precipita desde las alturas
a enterrar el pico en
la tierra
todos los días son
este día
todas las sombras esta
sombra
todas las penas esta
pena
son los miles de ojos
las miles de lenguas
las miles de voces
los miles de huracanes
quienes nos nombran
diferente
diario
la juventud me cincela
no sé en qué orilla en
qué naufragio
pero en toda mi
consciencia
la insólita página de
1920
apareció en la playa
escondida entre
juguetes
juguetes inocentes que
toman forma en la mano de los niños:
1) deseos
de reír por instinto
2)
uno o dos charcos donde me
volví caballero
se
están derritiendo
reloj contabilidad de culpas y castigos
silencioso
orada hiere y desgasta la mirada
el
día se da cuerda
si la
rutina lo permite
la
vida se lubrica en los engranajes del cuerpo
dublín 1965
el terremoto
industrial rajó las presas
despertó a los ríos de
su extraño sueño
a la ciudad se le
cayeron los tornillos
el mar fue una turba
donde la playa naufragó
un vikingo pálido
luminoso hace señales
— esperamos a beckett
lo han visto en the
pavillon
dos niños que jugaban
con el viento
¿qué utilidad tendrán
los hijos? pregunta poldito bloom
Consulta de diez
caballos de fuerza
redimir los pecados
del padre
sísifo cuesta arriba
empujando una carreta de naranjas
y una color naranja se
cae
roda a media calle
otra se tropieza
los pocos árboles
laten una mañana que no volverá
pero es igual a otra a
la misma hora
una calle y otra unen
apenas uno o dos días reflexivos
y la luna emerge con
la noche entre los dientes
dublín se quita el
sombrero
el director dice
¡basta! que cambien la cinta
y rueden otra escena
dublín se dilata
su arquitectura
permanece en reposo
el chico del macintosh
(el viejo fantasma de
la poesía)
pasa entre macken
street y el samuel beckett bridge
MATHEUS KAR, Guatemala, 1994. Fundador y
miembro único del Colectivo Bartleby. Entre los reconocimientos destacan el II
Certamen Nacional de Narrativa y Poesía "Canto de Golondrinas" 2015,
el Premio Luis Cardoza y Aragón (2016), organizado en Antigua Guatemala, el
Premio Editorial Universitaria "Manuel José Arce" (2016), el Premio
Nacional de Poesía “Luz Méndez de la Vega” y Accésit del Premio Ipso Facto
2017. Su trabajo se dispersa en
antologías, revistas, fanzines y blogs de todo el radio. Ha publicado
Asubhã (poesía; Editorial Universitaria, 2016
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