La poesía como noción de lo imperecedero
Fue Jorge Luis Borges quien dijo en
su poema Everness: Sólo una cosa no hay. Es el olvido. Y a
nuestro juicio como Editorial EquiZZero es algo que no puede ni debe suceder
con la poesía de Leyla Patricia Quintana (Amada Libertad). Nosotros, como
quizás muchos jóvenes de nuestra generación, llegamos a Leyla a través del trabajo infatigable de Argelia
Quintana por promover no sólo la literatura sino también por conservar la
memoria histórica de su hija, aquella joven guerrillera quien encontró en la
poesía y la lucha armada un instrumento de liberación, una bandera a la cual
asirse en las horas más duras del combate. Es por esta razón que rendimos tributo
de la manera más humilde pero la única forma que consideramos deben ser
recordados los poetas: por su trabajo.
En
1800 el poeta alemán Friedrich Hölderlin en su famoso poema Pan y vino formuló una pregunta acerca
del compromiso y la acción poética: ¿para
qué poetas en un tiempo de penuria?. Un siglo y medio después esta
interrogante habría de encontrar una de las mejores respuestas a través del
español Gabriel Celaya:
Maldigo la poesía concebida como un
lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se
desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma
partido hasta mancharse…
Sería
esta línea la que Leyla habría de seguir, mas no la única. Dentro del obituario
poético de Leyla existen dos temas cardinales: el primero, como mencionábamos
anteriormente, la militancia política, su compromiso hacia los más necesitados
y cuya praxis se pone de manifiesto en el campo de batalla, en la trinchera,
pero además en el papel; el segundo, y no menos importante, es el amor:
Tu camino perdió la
dirección del mío
y a pesar de todo sé
que me esperas
en la punta del
delirio.
Como
todo ser humano Leyla sufre y ama y a veces este sentimiento la encuentra
recluida en la montaña, posiblemente este sea el momento para que ambos temas
confluyan, para encontrar salida bajo el fuego o en sus horas de descanso:
Este invierno te dejó
perdido
entre mi amar la vida
en donde embutí los
deseos de escribir
por donde pasa la
correntada de días
que inventarán una
cucharadita
llena de poesías y
pólvora.
Bajo
esta lógica fueron seleccionados cada
uno de los poemas que conforman Un cautivo relámpago ensordece los
corazones. Una recopilación que abarca 36 de los textos más
representativos de Leyla, los cuales han sido divididos en dos partes a modo de
facilitar su lectura y comprensión: Tengo una sed de vos y Mi
tarjeta de presentación es la lucha, el título del libro es retomado de
uno de los versos del poema Confesión, mismo que da inicio a
este pequeño homenaje.
Omar A. Chávez
Editorial EquiZZero
Sábado
14 de enero de 2017
Selección poética
Confesión
Una
desoladora corriente de gritos
agita
sus alas al compás de la historia.
Un
cautivo relámpago ensordece los corazones
que
hoy delatar sus sueños pretenden.
Despedida
En aquel día
nos trenzamos las miradas,
sabíamos que el viento de
luto nos vestiría,
emanamos tres o cuatro
caricias
mullidas por el silencioso
coraje.
Tus manos frías y ardientes
de valor,
mis pájaros alzando el vuelvo
donde me rastrilló el
olvido.
Tu camino perdió la
dirección del mío
y a pesar de todo sé que me
esperas
en la punta del delirio.
Este invierno
(Por el invierno en que nos hechizamos)
Este invierno te dejó
perdido.
Los caminos no te traen ni
un aliento,
en las tormentas tu rostro
ya no se moja, se desprende;
los rayos no erizan tu piel,
se desvisten de esqueléticos
recuerdos
y perfilan un esquirlante
olvido.
Este invierno se olvidó de
vos,
te dejó perdido entre los muertos,
la brisa de huracanada
lluvia
no trepara tu faz tan bella
y en tu mente hambrientos
deseos de ver el cielo
tendrán que respirar tierra
sin tempestad.
Este invierno no te quiso
traer,
te dejó perdido entre mis
recuerdos
sobre el escritorio donde mi
angustia
se arrima para leer un poco
de tu cadáver
y escribir en él, llanto que
mi ser cobija.
Este invierno te dejó
perdido
entre mi amar la vida
en donde embutí los deseos
de escribir
por donde pasa la correntada
de días
que inventarán una
cucharadita
llena de poesías y pólvora.
Este invierno… ¡Cosechará mi
muerte!
Por vos
Llegué a la hora en que
nuestra magia creadora
desató los sueños reprimidos
del hambriento
para forjar una arcilla en
el germen sembrado
al calor de la decisión
inquebrantable
por correr y volar…
Curiculum vitae
Mi tarjeta de presentación
es la lucha,
mi título: el sacrificio que
goteamos
en cada canto.
No procuro un cartón que
dibuje fielmente
y en letras de sacrificio
un puñado de avaricias
desgreñando mi nombre,
ni tampoco espero un retablo
en la pared de la hipocresía
donde una simple y forzada
sonrisa
pinte mi humillante rostro.
Lo que quiero es anunciar mi
fatiga
que por la vida espera sacar
a flote
la aguerrida bandera que
encierra a la esperanza,
y si no puedo librar mi
indignación de la serpiente
trenzaré valores y anidaré
tempestades
para que en ellas muera.
Poemas dedicados a Amílcar Colocho
X
Te advierto que en el
preciso momento
en que decidás naufragar
moveré espacios y calores
para corretear al apresurado
mar
y ahondar los estallidos de
Amor
que nos enlazarán
a pesar que la música de tu
corazón
ha
dejado de palpitar.
Fuera de serie
A Mae
Sabe…
Arrímese
al radio y oiga la noticia,
salga
a la puerta y vea la calle
ahí
donde sufre más mi pueblo.
Vaya
al “Centro”,
salpique
la ventana del maniquí
y
vea el sufrimiento, el sacrificio,
el
desgarro de la humanidad.
Hoy
sí, puede llorar
sin
pena, pues no es por mí.
Es
por la indignación que late dentro de su conciencia.
Ahora
sí.
Soy
su hija, su prima, su hermana,
su
amiga y compañera.
Lo que dejo
A
vos:
los
nietos de los hijos que nunca
pude
engendrar,
mis
zapatos agujereados porque
nunca
amanecieron.
El
coraje que mi fe en vos mantiene
el
brillo en la almohada de la esperanza,
la
marcha que no pude entretener
porque
un cincel de oscuridad me acorralaba.
La
casa de mi locura donde dejo
las
furiosas letanías de tu vientre.
Y
finalmente mis caminos
en
ellos encontraras regada la madrugada,
un
sinfín de cabellos bañados en la mirada
por
un rayito de sol que en mi balcón asoma.
Noviembre
El
calendario de mi valor embute en el recuerdo
días
pintados de sangre, angustia y dolor.
Las
acuarelas que ensordecieron los gritos
estallan
en la frente de mi pueblo.
Todos
lo sabemos, nadie lo divulga:
la
mordaza pasa su cuenta,
torturando
a la verdad se encuentra.
Furia
incontenible empapa la conciencia de la humanidad
y
millones de esquirlas sedientas de libertad
penetran
en las entrañas que parirán
la
tan anhelada Paz.
Leyla Patricia Quintana
(Amada
Libertad)
Santa
Tecla, 2 de abril de 1970. Realiza sus estudios en el colegio Maria Inmaculada
de San Salvador. Inicio estudios de periodismo en la Universidad de El Salvador
en 1987. Leyla cayó en combate en el
Volcán de San Salvador, el 11 de julio de 1991.
Entre
sus premios destaca la Mención Honorífica en el Certamen Wang Interdatada 1990
con el poemario Vertiendo en Papel Guerra un Poco de Mala Ortografía. En 1991se
le otorga el Primer Lugar compartido por Locuras y Garabatos en el Certamen
Femenino "Dra. Matilde Elena López'' promovido por ORMUSA. El 28 de
Septiembre de 2000 EL COM y LAS DIGNAS le otorgan diploma de Reconocimiento
(post-morten), como mujer destacada del siglo XX.
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