Existe un viejo adagio que dice: »hay dos tipos de poetas: el que nace y el que se hace« y esto, aunque inusitado, expresa una idea cuyo argumento cae por su propio peso, ¿acaso tiene menos mérito el trabajo de aquel cuya formación ha requerido un esfuerzo mayor respecto de quien nace con “talento”? Una respuesta la podríamos encontrar en el famoso discurso de las armas y las letras, de Cervantes, en El Quijote:
»Alcanzar
alguno a ser eminente en letras le cuesta tiempo, vigilias, hambre, desnudez,
váguidos de cabeza, indigestiones de estómago… mas llegar uno por sus términos
a ser buen soldado le cuesta todo…«
Carlos Godoy, es en parte ambas: un
poeta cuyo trabajo le ha valido reconocimiento y la constancia de quien se
entrega a las letras como forma de vida. Infecundo,
uno de los libros ganadores del XI
Certamen de Poesía Ipso Facto 2021, promovido por Editorial EquiZZero, es el resultado de esa tenacidad literaria que
definen la poesía de Godoy. Escrito con un lenguaje sereno, Infecundo matiza el compromiso social y
el anhelo por la justicia con la lírica de quien entiende la poesía como instrumento
de transformación, sin caer en lo panfletario. Nada de eso, si algo existe en
la poesía de Godoy es la cadencia y la entrega:
Tus manos reflejan un país en
ruinas,
Intento convertirme en hombre
y no soy más que ceremonia
iconoclasta,
enano comprometido con la nada,
verbo resignado al desconsuelo,
la historia sempiterna.
Nada se detiene todo avanza…
Hoy, como Editorial EquiZZero, nos regocijamos por entregar a nuestros lectores
un nuevo libro, uno que coincide con nuestra filosofía: literatura al alcance
de todos.
Los Editores
Selección Poética
Parafraseo
En la eternidad del
silencio reencuentro
palabras,
el gesto que no
recuerdo de vos.
Tiempo, disparos,
emboscadas,
un prolongado espejismo
desde ese octubre de
luna llena.
Sangre refleja tu pecho
acribillado.
Cauto
Camina por las calles
como sin deber nada a nadie;
camina por las calles y
habla con las piedras,
atento escucha a los
postes y a los perros;
reñir sobre el
paradigma de la fidelidad,
atento invoca la fe que
transmiten los cables,
los tejados que guardan
el secreto de otras manos.
Escombros
Tus manos reflejan un
país en ruinas,
Intento convertirme en
hombre
y no soy más que
ceremonia iconoclasta,
enano comprometido con
la nada,
verbo resignado al
desconsuelo,
la historia sempiterna.
Nada se detiene todo
avanza,
tu paso tiene otra
huella.
La muerte no escatima
su marcha.
Paleta
Dibuja con delicadeza
la línea que separa
toda angustia de la
razón,
entre espanto y
senderos finge ser sol,
así el tiempo
ajusticia en la solapa
colibríes que revelan secretos.
Camina atemporal,
policromo sufrimiento
sembrado en el pecho.
La lluvia cuelga del
precipicio,
misterio y penumbras el
color de las palabras
que acusan
a los ríos de sangrar
por fastidio.
¿Por qué es vertical el
cielo y horizontal los ocasos?
¿Por qué los huesos
crecen y no duele la carne?
Abono
Sembrar en el jardín
semillas
hará nacer pájaros,
en el mejor de los
sueños,
por flores
crecerá frondoso el
canto.
Entre el puntual
desconsuelo sin abandonar
y caos predominante
asoma la primavera.
Fe
En el parque niños y
pájaros
juegan a la ronda
—corren y vuelan—
la muerte reposa.
Carlos Godoy
Labora
con La Secretaria de Arte y Cultura de la Universidad de El Salvador, en la que
realiza Jornadas Poéticas (Presentaciones de libros, lecturas de poesía,
festivales). Coordinador de Jornadas Culturales en el “Predio Universitario”
del Centro Histórico de San Salvador.
Algunos de sus poemas aparecen revistas impresas y digitales, en el periódico Co Latino y antologías nacionales e internacionales. Con Agüero Editores publicó VerboAzul en febrero 2022.
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