Manuel
González pertenece a esa nueva generación de escritores que, a principios de
siglo XXI, van ir adquiriendo renombre entre sus contemporáneos, y cuyo trabajo
plástico va acorde con su vocación
literaria: Efraín Caravantes, Jesús Gabriel Alvarado y Nestor Torres también
forman parte de ese grupo, y son ellos quienes confluirán, en su momento, en
los talleres literarios de la poeta Silvia Elena Regalado y Roberto Laínez, ahí
se gestará la primera semilla.
Podría
decirse entonces que Manuel González llegó a la pintura a través de la poesía,
porque antes de convertirse en artista plástico Manuel tenía como canvas al papel, fue a través de la palabra escrita donde su
ideal gráfico toma forma y consistencia, de manera que sus primeras pinturas
llegaron a nuestros oídos en forma de poemas.
Son estas dos facetas las que el autor ha sabido fusionar para crear Retazos de asfalto en penumbras, libro
finalista del Segundo Certamen de Poesía
Ipso Facto 2012, y a nuestro parecer uno de los mejores.
Omar A. Chávez
Editorial EquiZZero
Selección poética
Blanco sobre blanco pizca negro
Busco
tus calles de sangre a través de mi memoria
no
encuentro tus rostros
me
salpican tus gritos
Hoy no
quiero verte
que me
beban las gotas de lluvia
quiero
permanecer desnudo en mis telarañas
que se
vayan tus miserias a los centros comerciales
Hoy mi
sitio es una silla
y una
caminata entre los botones del control remoto
al otro
lado de la ventana también es de día
sin
embargo
la
noche
en la
palabra
en los
pasos
y las
siluetas amargas que atraviesan el ruido
y ese
rumor de espina inconfundible
Hoy mi
sitio
es una
botella
transparente
absorta
vacía
donde
cabe con todas sus sombras la ciudad
Azul sobre verde
Soy
rito que crece en la noche
verbo
tejedor de alas
multiplicador
de labios en la tierra
Hablo
desde lo verde del maizal
atravieso
el polen de las calles
derramo
estrellas
en el
breve sembradío de voces
que
duramente sobrevive entre las grietas del asfalto
Soy el danzante
jaguar en el último piso del huracán
los
restos blancos que se desgajaron del tiempo
para
venir
con
este murmullo
a
enterrar la tormenta
en este
rito de sueños azules
Azul sobre amarillo Vi
Viajo a
través del cabello húmedo de las pasajeras
me
detengo en lo más dulce de un almendro
reanudo
el viaje en mi partícula de polvo
cuestiono
el amarillo de un grafiti
que me
lanza un adiós con su carcajada negra
con tan
certera puntería
que
derriba mis harapos que van cantando por las calles
Azul sobre negro X
Y fue
la llovizna
y
vinieron los locos
y
bailaron con el cielo en el centro de la ciudad
y
vinieron los pájaros
y
tejieron sortilegios de luz en la boca
y
vinieron las melodías cabalgando sus colores
Era de
noche
las
estrellas anduvieron desnudas derramando sus dones
y fue
la hora de desatar todos los sueños
y fue
que
muchos no pudieron desatarse de las tumbas
Verde sobre pizca gris
Hoy
lo
único que necesito
es
estar a solas con mis pantalones rotos
con mis
camisas que huelen a ciudad
quedarme
aquí
a
disfrutar mis telarañas
revolcarme
con dos o tres canciones
sacudir
un poco mis sueños
buscarme
piojos en el alma
Mi
ventana
está
huérfana de pájaros
de
flores
sin
embargo
la
brisa revolotea
me deja
una caricia de fragancias en el pecho
abro
mis sabanas
hoy mi
sed sabe a hojas brotadas del rocío
Verde sobre amarillo marrón N
En
algún rincón de la tinta
he
guardado el carbón de mi palabra
con su
llamita que será incendio
cuando
brote su grito en la boca de las piedras
desde
la cumbre del silencio
porque
es necesario socavar la sombra que nos persigue
Desde las
axilas de los funcionarios
he
recostado la mirada
en las
manos abiertas de la luz
para
amanecer mañana
en la
desnudes más blanca de las multitudes
Rojo sobre rojo marrón
Cuando
tus piernas besan el cielo
se me
antoja deslizarme hasta el centro de tu sonrisa
toda
esa tela que te persigue
que no
te deja
piedra
inmensa sobre la carcajada de tu piel
ahí
deben cantar los frutos
ahí los
colores brotan entre las alas que se abren al vuelo
quiero
incendiar la raíz de mi sangre
allí
donde te recorren desnudos los sueños
Amarillo sobre pizca rojo verde
Cuál es
la primera letra
la
primera palabra
para
incendiar la memoria
para
acudir al llamado de sus llamas
donde
arden todavía
los
brazos
las
miradas
el agua
que
alguna vez nos arrancaron de la muerte.
Marrón sobre marrón gris
Dame
motivos
para
escucharte en las mañanas
para
visitarte entre los días
sólo el
agua que me recorre el cuerpo
me
redime de esperarte en las esquinas
y
espero la lluvia
espero
que venga cargada de historias miserables
para
tomar nota en la hoja gris de mis huesos
para
guardar datos
para
coleccionar recuerdos que no me digan nada
De
tanto esperar
se me
olvida qué espero
¿A
quién?
¿una
raíz amarga que me atraviese las venas?
¿la
pupila hambrienta de la noche?
Permanezco
allí
adherido
a las ásperas calles
como
musgo que le crece a la tristeza
y las
cosas van y vienen
y la
gente se queda estancada en la piedra
me
pierdo en mis fracturas
mi piel
es de asfalto
mis
recuerdos
multitud
de voces
que
vende cosas como vender sueños
Espero
y en
días calcinantes como hoy
espero
sin saber qué es lo que espero
Manuel
González
Cojutepeque,
14 de diciembre de 1978. Poeta, dibujante y pintor, periodista egresado de la
Universidad Tecnológica de El Salvador. En 2003 se incorpora al Taller
Literario de la Unidad de Cultura
“Roberto Armijo” dirigido por la poeta Silvia Elena Regalado.
En 2004 obtiene el segundo lugar en poesía en el
“Festival Verdad” de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
Colaborador del grupo de teatro Caligary.
Entre
su trabajo poético se encuentra: “Semáforos”, “Ciudad” y “Tránsito
y objetos”. La mayoría inéditos.
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