viernes, 24 de mayo de 2024

HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN DISCURSO POR EL DOLOR

 



Dante dijo alguna vez »Quien sabe de dolor, todo lo sabe«, dicha frase bien podría ser una síntesis de El libro del Carnero, de Josué Andrés Moz, libro virtualmente ganador del X Certamen Literario Ipso Facto 2020, por breves minutos. Pocas cosas definen la tristeza, el desconsuelo, la angustia… nada recuerda mejor el ser humano que aquello que hiere, he aquí la fórmula —si es que la hay— que Moz va utilizar como argamasa para la construcción de sus discurso poético.

 

El libro del Carnero es, entre otras cosas, un crisol en el cual se mezclan las palabras, los símbolos, las imágenes. Si alguna definición acertada de la poesía cabe acá, esa es la de Platón: »Esa cosa liviana, alada y sagrada«, precisamente porque no es un axioma en rigor; porque Moz es, ante todo, un ser humano, y esa idea —aunque etérea— no le aleja de su centro de gravedad, de ahí su compromiso como pocos escritores, porque Moz es también un militante, un ser de acción y lucha desde la trinchera que le toca, que es la poesía, en ella tendrán cabida la denuncia hacia la injusticia y el abuso de poder, sin sacrificar la belleza, lo afable que hay en las cosas que no se tocan:

 

No necesito calzar su uniforme para hablar de la muerte

ni conocer el oscuro abecedario que le besa los dientes, señor  policía.

 

Dígame entonces

qué hacemos con sus tatuajes,

dígame

dónde esconder la dentada silueta de su miseria,

qué hacer con esa tristeza de no poder meter sus manos bajo mi falda,

de no poder llevar mis tacones,

con esa rabia luminosa que lo hace querer romperle los dientes a mi hermano

 

Poema Mister Cop, de Josué Andrés Moz

 

En junio de 2021 vio la luz por vez primera  El Libro del Carnero, bajo el sello de Editorial EquiZZero, a lo largo de 14 años y, en mi función como editor, pocos trabajos me ha impresionado tanto como este, en aquella ocasión dije al respecto:

»El libro del carnero, libro finalista del X Certamen Literario Ipso Facto 2020 […] es, a mi modo de ver, el mejor logrado. El tiempo se encargará de otorgarle […] el lugar que le corresponde… «

Tres años después creo haber acertado, pueda que aún sea prematuro decirlo, pero en estos momentos se prepara en Guatemala su segunda edición. Me une a Moz una amistad personal de 7 años,  el número más simbólico para los cabalistas (siete los días de la semana, siete las notas musicales, siete los metales de la alquimia, etc.), casualidad o no, yo veo en Moz el prototipo de poeta al que muchos aspiramos y, en El Libro del Carnero, la idea de poesía total.  

 

Omar A. Chávez

Editor de Editorial EquiZZero


jueves, 8 de febrero de 2024

DELMARA, Ana María Rivas, Editorial EquiZZero, 2024.

 


 

Delmara, es el libro con el cual la escritora Ana María Rivas,  resultó ganadora del XIII Certamen Literario Ipso Facto 2023, promovido por Editorial EquiZZero.  Un libro escrito desde lo íntimo, desde la congruencia literaria de una de las voces femeninas más interesantes de la poesía salvadoreña de los últimos tiempos y, sin embargo, poco conocida más allá de  antologías, recitales y círculos literarios cercanos, por un mutismo autoimpuesto por la autora, una voz cuya fuerza se suma y entrelaza a esa rica tradición poética.

 

Delmara, ópera prima de Ana María Rivas, trabajo contemplado en tres partes, cada una en recíproca armonía: El origen, La locura y La caída, para muchos, un libro urgente y necesario, no sólo porque Ana representa esa frescura y sensibilidad, sino porque, además, sabe conectar y transmitir con el lector aquellas cosas que, a la gran mayoría, nos han sido negadas, es decir, esa radiografía espiritual, que sabe hablar desde el amor, desde el dolor, la familia, la separación y muerte. 

 

De este libro el jurado dijo al respecto: se tratar  de una obra que cuenta con una notable calidad técnica, con fuerza  en la utilización de imágenes, educado conocimiento del ritmo y lenguaje y, demás, de tratarse de un  proyecto unitario muy bien logrado.

 

Desde Editorial EquiZZero, nos enorgullecemos y felicitamos a Ana María Rivas que, desde este día, pasa a ser parte de nuestra gran familia.

 

Omar A. Chávez

 

 

SELECCIÓN POÉTICA


 

ORÁCULO

 

 

Dame alas de pájaro para el viaje,

sujeta bien mis manos

y lléname de cera.

 

No temas,

sé muy bien mi destino:

el sol derretirá mi vuelo,

y yo caeré,

incendiada sobre el mar.

 

 

 

CÁRCEL

 

 

Una marea de hombres corre

con el viento de los campos.

Muerden, despedazan,

hacen de mí una piltrafa entre el fuego.

 

Caudal de huesos son ellos en mis manos,

huesos que apuntan, señalan, golpean

martillos de calcio,

resonando en mis oídos

forman una hilera, frente a

caen sus restos,

me acorralan, me amordazan.

Queman.

        

Los ojos de la multitud me señalan,

ríen a carcajadas, hunden

sus dedos lascivos en las rejas.

 

Esta cárcel circular que es el tiempo

ha hecho de mí un animal herido,

eterna, colgada del árbol de las sombras.

 

Todas las risas se repiten,

todos los tiempos,

los gestos,

los rostros.

Toda la sangre estancada entre mis manos.

 

Esta imagen sólo es el recuerdo:

la cárcel es este cuerpo en el que habito.

 

 

 

 

HISTORIA DE LA LLUVIA

 

 

I

 

 

Desde el principio de mi tiempo

mi sentencia fue la herida:

 

hagamos de esta carne una hoguera,

que la luz abrace la soledad sin nombre

—dijeron los hombres de la muerte.

 

Habría preferido amanecer bajo la tierra,

pero heredé en mi sangre la raíz antigua

y conocí la luz del mundo, de la lluvia.

 

Lloré mi propia muerte

y nadie supo consolarme.

Sólo mi voz en las paredes del silencio,

sólo la lágrima en miles de lágrimas

                                                cayeron

                                                        desde mi

                                                                       y sobre mi tiempo. 

 

 

 

II

 

 

En la edad del columpio conocí la palabra,

como un ave herida

cayó en mis manos.

La abracé con ternura, como a la hermana

que siempre esperé y no tocó a mi puerta.

Hice un nido para ella entre mi pecho,

y habitó mi sangre con el eco de su voz.

 

 

III

 

 

Tres veces la muerte golpeaba las puertas,

tres veces la sed de la luz en los cristales.

Sobre la ciudad el agua galopaba

como cien mil caballos tristes.

Mezclaba las imágenes y las disolvía en  la lluvia.

Dejaba mi aliento en los vidrios,

en las ventanas de los buses viejos.

Y en la niebla, dibujaba mi nombre,

el rostro de la niña que fui.

 

 

IV

 

 

El agua cae,

me acaricia.

Su goteo abre un pozo entre mis manos.

 

Sólo creo en la lluvia,

sólo en su lenguaje transparente.

 

 

 

ÚLTIMO VALS

 

 

I

 

 

Un imperio de oquedad extiende sus límites por la casa.

La vida crece y se aferra a las paredes,

repta en los balcones, se enrosca entre la pérgola.

 

Ha llovido y el invierno pasará

como un animal  que ha devorado al tiempo

y se ha hospedado para siempre entre las grietas.

 

El árbol del jardín ha marchitado sus frutos.

Pálidos son los restos de sus flores.

Pálidos pétalos caen sobre mí,

se esparcen en mi cuerpo como una sábana nupcial

y me dejan el rostro,

húmedo, blanco.

 

Tres veces se ha dicho mi nombre desde adentro,

el corazón de la madera crepita y me llama.

Cae la noche, nace una luz

que ilumina todo a su paso.

 

El fuego me trae devuelta la memoria:

te busco entre largos pasillos,

la orquesta se enciende

y empieza la fiesta.

 

 

II

 

 

Tomados de la mano,

un ritual de labios que se buscan en la penumbra.

Somos un solo cuerpo

que se agita con la música del campo.

Avanzamos por los amplios corredores,

nos balanceamos

como relojes antiguos.

 

Cruzamos las puertas del tiempo

y, en el umbral, un pájaro se quema.

 

 

III

 

 

La novia va con un ramo de otoño,

un arroyo de flores se abre entre las puertas.

El vestido blanco se extiende en las paredes

se enredan las estrellas en sus pliegues

se enreda el tiempo, amor, y yo bailo

el vals con tu cadáver que cuelga desde el techo.

 

Abro la boca,

 el caudal de la luna se derrama por mi cuerpo

y, en una copa, bebo de sus aguas.

 

 

IV

 

 

Todavía no amanece.

Aún hay tiempo para amarnos

en esta casa exiliada por los hombres.

 

La radio de la abuela enciende sus bocinas,

los grillos despiertan y conjuran su hechizo:

una luz azul asoma sobre  el orbe.

Yo soy la novia eterna, amor,

dame tu mano,

para bailar esta pieza.

 

 

 

LA JAULA ES EL PÁJARO

 

 

En honor a A. Pizarnik

 

 

Desde hace tiempo el canario no canta.

No sueña con pájaros de otros continentes.

Se sienta en la esquina,

junto a la ventana,

da vueltas en círculos

sobre el mismo espacio.

 

¿Quién le dirá

que, hace mucho,

la jaula que imagina

ha volado alto

y la ventana ha estado abierta

para acariciar el aire?

 

 

Ana María Rivas

 

Santa Tecla, 1995. Formó parte de la Escuela de Jóvenes Talentos en Letras de la Universidad Dr. José Matías Delgado.  Fue miembro del Taller Literario Altazor.


En 2016, resultó ganadora del primer lugar en el concurso “La Flauta de los Pétalos”, certamen de literatura hecha por mujeres, a cargo de la Universidad de El Salvador y el Centro de Estudios de Género. Parte de su producción figura  en la compilación literaria “Sextante”, en el área narrativa. Sus poemas han sido publicados en antologías nacionales y extranjeras como “Las muchachas de la última fila”, “Escaleras abajo y Antología de poetas bajo palabra, publicadas en Costa Rica. Es Egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de El Salvador. En 2023 fue ganadora del XIII Certamen Literario Ipso Facto 2023, promovido por Editorial EquiZZero. Ha publicado: “Delmara” (Editorial EquiZZero, 2024).

domingo, 14 de enero de 2024

Origami, Javier Fuentes Vargas, Editorial EquiZZero, 2024


 

Origami, del poeta salvadoreño Javier Fuentes Vargas, fue el libro con el cual el autor obtuvo la Mención de Honor —en la rama de poesía— del XIII Certamen Literario Ipso Facto 2023, promovido por Editorial EquiZZero. Sobre este trabajo el jurado dijo al respecto:

 

»Se trata de un libro que utiliza muy bien los recursos poéticos del ritmo, síntesis y construcción de imágenes, logrando diálogo coherente entre las partes que lo conforman«.

 

Al igual que en el arte oriental de doblar papel, Javier nos entrega un poemario donde las figuras y los matices, que conforman cada uno de los poemas, ofrecen un sinfín de posibilidades; un libro susceptible e imprescindible, donde la síntesis juega un papel importante, quizás un guiño del autor al chöka y al tanka (también de origen japonés). Oriundo de Santa Ana, Javier Fuentes Vargas forma parte de esa generación que se esgrime y escribe desde la periferia de la capital. Una obra necesaria en estos tiempos de crisis.

 

Los editores

 


SELECCIÓN POÉTICA



Dejo un barco de papel a la deriva mientras los niños nombran su ruta

 

Sobre la marea

los niños acortan sus distancias

con sólo cerrar los ojos,

con sus voces

reducen a brisas las tempestades.

 

Pelean contra la serpiente de la edad

que amenaza con devorar sus infancias.

 

Todo acaba

cuando el agua humedece el papel

y termina por hundirse la risa y el juego

junto con sus mitologías.

 


 

Encuentro un ave en el papel y busco desesperadamente un nido para que no eche a volar

 

Tejo, lejos del frío que se apodera de las ramas,

una especie que se levanta desde las canciones

con su propio instrumento hecho para el amanecer.

 

Porque los pájaros que no anidan

para enternecer los bosques,

el tendido eléctrico

o los tejados,

serán una pálida fragilidad

que se deshace con la lluvia.


 

 

Origami

 

I

 

Los árboles no sospechan que se convertirán

en esta sombra frágil de su estatura.

Pero les daría gusto saber

que pueden ser el único juego que es tomado en serio:

imitar, desde su muerte, otras formas de vida.


 

 

Mapas

 

V

 

He recorrido un continente a pie

para llegar hasta el final de tu nombre,

conocer el olvido

y recostarme sobre la franja de cenizas

que me prometieron por tu cuerpo.

 

 

XI

 

Para escupir su desprecio

los niños persiguen insectos hasta darles caza,

torturan sus alas

y se ríen de las fragilidades que descubren. 

 

 

XVII

 

Conduzco de noche

como quien no encuentra su casa.

 

De golpe, otro país:

recuerdo de una ciudad que no me conoce,

la palabra de la gente

que nunca logré comprender del todo,

las posturas con que la noche recibía

a los mendigos que revestían las aceras.

 

La nacionalidad de lo perdido

sellando su frontera

sobre mi lágrima.

 


Javier Fuentes Vargas


Santa Ana, El Salvador, 2000. Poeta, narrador y gestor cultural. Estudiante de Antropología Sociocultural en la Universidad de El Salvador. Ha publicado en poesía: La muerte llegará (Artesanos & Editores, El Salvador); Un lugar donde espero no morir sin conocer el odio (Incendio Plaquettes, Guatemala); Vaho (FlowerSong Press, Estados Unidos); Un puerto para todos los gritos (Artesanos & Editores, El Salvador); Talismán (Claroscuro Editores, El Salvador); Para hacer tropezar a las hormigas (Proyecto Editorial La Chifurnia, Honduras); Desterrarse (Sión Editorial, Guatemala). Y en narrativa: Mal Cuerpo (Proyecto Editorial La Chifurnia, Honduras).

 

Sus poemas han sido traducidos al inglés, esloveno y rumano. Obtuvo el accésit del XIII Premio Ipso Facto de poesía 2023.